La acondroplasia puede detectarse antes del
nacimiento mediante el diagnóstico ultrasonográfico en la mayoría de los casos
se logra su detección hacia el tercer trimestre (10 semana).
Se evidencia discordancia progresiva entre la
longitud del fémur y el diámetro biparietal por edad (1), presenta un acortamiento
leve a moderado (menor al p3) de los huesos largos, evidente alrededor de la
semana 26-28 de gestación (1,4).
Existe una afectación tardía de otros huesos largos
como tibia y peroné. La morfología se encuentra conservada. El diagnóstico
prenatal definitivo es genético mediante métodos invasivos como la
amniocentesis, en el cual en el 97% de los casos se encontrará la mutación del
gen FGFR3 (4).
Diagnóstico postnatal:
1. Evaluación
clínica: exámenes físico y neurológico completos,
evaluación de la fuerza muscular, reflejos osteotendinosos y desarrollo
psicomotor. Investigar dificultad respiratoria, ronquido nocturno, pausas
respiratorias y cifosis lumbar en lactantes.
2. Sospecha
clínica: baja estatura, miembros cortos a predominio
proximal o rizomélico, longitud del tronco normal, macrocefalia, puente
nasal deprimido, hipoplasia medio facial; dedos de las manos cortos con
disposición en tridente.
3. Mediciones
antropométricas: longitud corporal, longitud vértex-nalga,
perímetro cefálico y peso.
4. Examen
radiológico inicial: Rx cráneo frente y perfil, columna frente y
perfil, ambas manos frente, caderas frente y huesos largos (4,5)
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